
Simplificar la Estrategia
Consideremos el siguiente escenario. Después de muchas horas de trabajo, de intensas reuniones con el equipo gerencial de la compañía, logramos definir lo que consideramos es la estrategia que debemos seguir para nuestra empresa. Hacemos reuniones de comunicación y diseñamos un plan para que la compañía en su totalidad la conozca y nos sentimos listos. Escenario muy familiar.
Aun asumiendo que nuestras empresas hacen el intento de difundir la estrategia, el proceso se antoja fácil, pero no lo es. Muchas veces tenemos muchos problemas tratando de comunicar la estrategia, tendemos a complicar las cosas para demostrar cuánto conocemos de nuestro negocio. Una estrategia debe ser un llamado a la acción, casi un grito de guerra, algo distante de los gruesos volúmenes resultado de la planeación estratégica que muchos de nosotros llevamos a cabo anualmente.
En palabras del Prof. Donald Sull de la London Business School (Sull & Eisenhardt, September, 2012) (cita) el eje del tema radica en que “para que la estrategia lleve a la acción debe ser recordada, para ser recordada debe ser entendida y para ser entendida debe ser simple”. Esta secuencia resume todo:
Simple –> Se Entiende -> Se Recuerda –> Se Ejecuta
Si vemos de esta secuencia su opuesto tenemos:
Complicada –> No se entiende –> No se recuerda –> No se ejecuta.
Muchos de nuestros ejercicios de planificación se parecen mucho más a lo segundo. Desarrollamos una compleja estrategia, que tenemos dificultad de difundir en nuestro equipo, al cabo de un par de meses no la recordamos y durante el año terminamos trabajando en aquello que surge en el día a día, de forma que en la próxima planificación reciclamos lo que no hemos hecho y seguimos reformulando estrategias de papel. Está claro que lo descrito en este párrafo es un extremo, y que en nuestras compañías nos encontraremos en un punto medio entre esta estructura.
Los problemas de comunicación de la estrategia pueden llevarnos desde la incapacidad de implementarla o implementaciones deficientes por la falta de alineamiento de los esfuerzos de la compañía para ejecutar lo planificado.
Donald Sull propone tres sencillas preguntas para simplificar la estrategia y por ende su comunicación: ¿cuáles son los drivers en la creación de valor? ¿cuáles son las batallas que debemos ganar? y ¿cuáles son los obstáculos que debemos superar?
El eje de la estrategia siempre será la creación de valor. Es entonces que los consejos para simplificar la estrategia los podemos centrar en esto. El valor es la distancia entre la disposición al pago de los clientes por nuestros productos o servicios (ingresos) y los costos de llevar a cabo estos (gastos). A mayor distancia entre estos dos rubros, mayor el valor que generamos. Si la estrategia no se refleja en el Estado de Pérdidas y Ganancias, no es estrategia.
Lo siguiente estará dado por enfocar nuestros esfuerzos en uno de los rubros e identificar que debemos hacer para moverlo efectivamente y cuáles son los obstáculos que me impedirían hacerlo. Si los resultados no se ven en los Estados Financieros, no fuimos estratégicos, probablemente solo estuvimos divagando.
Esta simplificación de la estrategia no debe entenderse como un llamado a la superficialidad, quizás la parte más compleja del proceso sea poder condensar la estrategia en una pastilla, una pastilla fruto de horas de análisis e investigación. Esa pastilla permitirá a todos entender los drivers, los desafíos y los obstáculos. Y este paso exige superar la técnica y emplear otras habilidades blandas vinculadas a la estrategia.
Es evidente que esta estrategia debe estar sustentada con planes detallados que definan cuales son las actividades claves relacionadas, pero si tenemos la capacidad de enunciar la estrategia de una forma simple, es mucho más sencillo comunicarla, que se entienda, y que sea de difusión sencilla, así será muy fácil que todos nuestros colaboradores sepan hacia donde nos dirigimos con la planificación, se alineen a la misma y lo más importante, que la estrategia de resultados.
En tu experiencia, ¿la estrategia de tu empresa es sencilla o compleja? ¿Da resultados?
Artículo Escrito por: Paúl Urquiza, MBA 2010-212
Referencias
Sull, D., & Eisenhardt, K. M. (September, 2012). Simple Rules for a Complex World. Harvard Business Review.